viernes, 9 de diciembre de 2011

Fundamentos del plan de acción.

Una educación temprana adecuada y pertinente incidirá de gran manera en el desarrollo óptimo de los niños de o a 3 años.
De esta misma forma los aprendizajes posteriores tendrán mayor relevancia debido a LA acción educativa. Por lo mismo será fundamental en los primeros años de vida que se deba potenciar las innumerables habilidades en cuanto al desarrollo cognitivo, dado que es este periodo crítico post-natal, donde en el cerebro hay un mayor incremento de células cerebrales, debido a la plasticidad neuronal con la que cuenta en este periodo el cerebro. La intervención temprana en este ámbito beneficiara aún más su adaptación a su entorno, mientras que el niño se vea envuelto en un ambiente donde se encuentre una organización adecuada a su nivel de desarrollo y el enriquecimiento sensorial provocará enormes beneficios en la actividad motora, en la orientación espacial, en la  adaptación al entorno enriquecido y alerta cerebral .
 Es aquí una intervención adecuaa es fundamental para entregar las herramientas necesarias para brindar a los niños una educación de calidad. Concordando con Sylvia Lavanchy que la educación parvularia de calidad es aquella que favorece el desarrollo del niño” (Morgan 1985, Bredenkamp 1987, Melhuish, 1993, Hadded y Sylva 1994). De esta misma forma los aprendizajes posteriores en los que el niño se encuentre involucrado serán de mayor relevancia. En estos tres primeros años se producen estructuras neuronales que contribuyen a acrecentar el potencial de aprendizajes. La salud, la nutrición, la interacción social y los factores del entorno influirán decisivamente en estos procesos de aprender. A su vez en estos periodos en que la vida comienza, la atención adecuada y constante es de vital importancia para el óptimo desarrollo de los niños así lo confirman algunos descubrimientos científicos que señalan: “que los niños que reciben atención cariñosa y constante tienen, generalmente, un mejor nivel de nutrición, contraen menos enfermedades y aprenden mejor que los niños que no reciben este tipo de atención” (Myers 1990), en casos contrarios nos vemos enfrentados a niños que se ven afectados en su estado inmune y esto hace que tengan mayor tendencia a enfermarse y a la desnutrición y estos niños se encontraran menos motivados y con muy pocas posibilidades de aprender.
El concepto de educación temprana nace en los años 90, concepto que se debe de entender como sinónimo de educación infantil o inicial, y según su definición debemos considerar: “La educación temprana consiste en potenciar los periodos sensitivos, que son los momentos oportunos en los que el niño asimila con más facilidad determinados aprendizajes. De ahí la importancia de la educación temprana, que se basa en conocer donde centrar los esfuerzos educativos según las características y necesidades de los niños con el fin de potenciarlos adecuadamente” (Ceril 2000). Investigaciones recientes nos afirman que los programas que atienden a los niños en los primeros años de crecimiento, desarrollo y aprendizaje en su etapa preescolar conducen beneficios tanto para la sociedad como para los niños en sí.
Para favorecer los aprendizajes de los niños, también debemos tener en cuenta ciertos componentes metodológicos para que estos aprendizajes sean significativos. El ambiente de aprendizaje en el aula es, el resultado de varios factores, uno de ellos son las características de nuestro entorno, la realidad educativa en la cual estamos inmersos. Pero uno de los factores con más incidencia es la metodología, entendida esta como la interrelación dinámica de distintas variables. Cuando nos planteamos cuales son nuestras variables pueden surgir distintas y variadas, pero las variables esenciales son siempre las mismas, entre ellas: la organización de actividades que realizaremos, la secuencia de éstas, las técnicas del trabajo que utilizaremos, el grupo curso (sus necesidades, características, realidad, etc), la organización del tiempo y la organización del espacio. En cuanto a estas dos últimas variables se enfatizar a continuación.
A lo anteriormente expuesto, se  debe enfatizar la importancia que tiene la organización del tiempo  y el espacio en la educación temprana. Este entorno nos lleva a reflexionar sobre cómo estructurar el tiempo y el espacio en los niveles de sala cuna. Primero que nada se debe tener en cuenta qué se entiende por entorno, y es todo aquello que rodea al niño, es decir el conjunto de condiciones físicas, sociales y culturales en las que se desenvuelve. La distribución de los distintos espacios, se elabora teniendo en cuenta estas condiciones previas, por ello nuestra labor exige efectuar un análisis de las condiciones existentes, de las posibilidades que ofrecen los espacios con los que contamos y además de la búsqueda de recursos más adecuados. Estos espacios físicos deben tener ciertas características; higiénicos, confortables, amplios, bien diferenciados y de fácil acceso. Cada espacio debe ser acogedor, agradable, con buena iluminación, ventilado, estable, seguro y ordenado. Organizado según las necesidades, potencialidades e intereses de cada niño. Es importante señalar que el espacio físico de los niños de 0 a 3 años debe ser mayor en cuanto a las necesidades que en esta etapa requieren. La dimensión temporal se refiere a la planificación del tiempo en una jornada o rutina diaria de atención, debiendo incluir y asegurar las actividades pedagógicas dirigidas, de recreación, colectivas, de pequeño grupo e individuales, estructuradas y no estructuradas; además de los momentos para la alimentación, la higiene, el sueño y el descanso de los niños.
(Ricci 2000), considera que “esta organización del tiempo escolar obedece a la necesidad de control desde la administración educativa, ya que la asignación rutinaria de  tareas específicas en este entramado temporo-espacial lo hace perfectamente posible”.
Y en conclusión, la importancia que tiene la educación temprana en los niños menores de tres años considera su capacidad de aumentar sus redes neuronales en los primeros tres años. Esto nos lleva a dimensionar la importancia que tiene una educación de calidad y el rol del docente. En cuanto a los componentes metodológicos y la organización que se debe tener en cuenta al planificar, es de gran importancia de disponer de esta información, ya que nos lleva a poder trabajar en aula e intervenir adecuadamente a futuro.

Bibliografía:

v  Ricci, R. (2000) Interdisciplinariedad, Proyectos y currícula interdisciplinares.Editorial: Cooperación Educativa.
v  Parcerisa, A. (2006) Materiales curriculares. Editorial: Graó. Barcelona España.
v  Vila, B& Cardo,C. (2007) Material sensorial (0 a 3 años).Editorial: Graó. Barcelona España.


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