La misión del Jardín Infantil apunta a al desarrollo integral del párvulo, para lograr su autonomía. Define al niño como el propio protagonista de su aprendizaje, dejando en manos del centro la responsabilidad de facilitarles las herramientas necesarias para esta función. Su norte es afianzar en los niños la autonomía y recae la labor del docente como facilitador del aprendizaje.
La visión, apunta hacia la descripción del niño como un ser único e irrepetible, que debe ser respetado como un ser humano con necesidades y características propias donde entra en juego la labor docente en potenciar y desarrollar sus habilidades de todas las áreas del desarrollo para llegar a que este niño sea un ser íntegro.
Cuenta con un análisis cuantitativo del proyecto, estableciendo así que la autonomía será el norte del proyecto y estará enfocado en planificar en base a esta habilidad desde sala cuna menor hasta transición mayor.
El proyecto educativo también hace referencia a la autonomía como finalidad de la educación, implicancias de la teoría de Piaget.
Consta además del plan de acción anual del Jardín Infantil, incidiendo en ello los estamentos de familia, del personal, de la comunidad y de los niños, estableciendo responsabilidades y normas dentro del centro educativo.
Determina también el contexto del aprendizaje en cuanto al espacio, al tiempo, los recursos tangibles y los recursos humanos.
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